miércoles, 31 de octubre de 2007

La libertad de Ser... Parte 2

…¿Y qué elegir? ¿Esto o aquello? ¿Hablar de mi ansiedad? “Ay mira no lo sé Kyle, con todo lo raro que pasa en este pueblo, ¿no podría ser que halla algo que yo no entienda?” Y no lo termino de entender.. Esta vez voy a empezar diciendo que somos hedonistas por nacimiento, a menos que alguien haya nacido eligiendo la insatisfacción pues según veo la vida no tiene sentido sin todo cuanto nos puede generar gusto, dicha, orgullo y por tanto, hacernos seres humanos plenos. Anteriormente he mencionado las “características de nuestra condición humana” y quiero aclarar que me refiero únicamente con dichas palabras al acontecer biológico que como seres vivos nos hace similares, pues si de civilidad y comportamiento humano hablamos, si difiero en pensar que existan parámetros que nos identifiquen como grupo, ya que son las subjetividades de nuestra idiosincrasia individual las que definen lo que alcanzamos a ser incluso cuando formemos parte de una etnia, raza o cultura. Esto por el simple hecho de que obedecemos a necesidades diferentes de afecto o autorrealización: dos gotas de agua podrán ser parecidas pero jamás iguales.

Entonces, volviendo a lo de las elecciones, ¿qué necesito para encontrarme vivo dentro de la sociedad con base en esta libertad de ser con la que jugaba en la primera parte de este ensayo? Diría antes de todo; fe, creer en algo y que ese algo sea yo: mis capacidades, mis objetivos y mi autovaloración. Después necesitaría crecer y la educación es el fruto que alimenta al cerebro, que cual músculo, entre más se ejercita más se fortalece. Es importantísimo elegir ser alguien en la vida a través de los medios del saber, pues esto te da poder; aquel que piense que es demasiado bueno para que otro le enseñe no sabe que este mundo es demasiado malo para alguien con una idea así. Es imprescindible el acto de aprender porque es el cimiento de las demás elecciones, ¿cómo seré capaz de elegir lo que quiero si no conozco nada? ¿cómo enfrentar y revolucionar o discutir sobre algo que no me cabe en la cabeza? Simplemente no es posible pues darle la vuelta a un plano alrededor de su propio eje es igual que la ignorancia: no te lleva a ningún lado y peor aun, así te mantiene.

Elegir la política es darse cuenta de lo que antes he dicho: necesitamos unos de los otros, vaya, que ningún hombre es una isla. Y ahora que me han educado y que sé de donde vengo puedo trazar una línea mas o menos perpendicular que me guíe hacia donde quiero estar. Aprender del pasado, entender los errores y comprometerse con el futuro habrán de engendrar en mi un hambre por evolucionar. Ya se que yo no elegí ser mexicano o vivir en una zona rural del país donde la marginación es pan de todas las cenas, pues bien, mi tarea es ver que mi pasado (no deliberado por mi) no fastidie mi futuro. Ser político es en el mejor de los casos hacer la diferencia entre opinar y abogar. Claro que ello implica responsabilidad y conciencia; ya sabemos que el que cualquiera quiera volver a México del primer mundo no significa que pueda, menos si se piensa que “Borgues” escribió “El llano en llamas” y que además ganó un premio Nóbel. Y no es una exageración. Necesitamos revolucionarios no desvergonzados. Saber de la verdad es otra característica que da soporte a nuestras elecciones, Fernando Svater refiere que no hay verdades absolutas y estoy completamente de acuerdo. Y lo sustento en el simple hecho de que las subjetividades son dignas de toda verosimilitud mas quien sabe si sean veraces. Podría decir que la verdad no sé ni que día es hoy y que no sé si la verdad vaya a haber un mañana… Así que, tomar por verdad lo que es tangible y utilizarle para favorecer el avance de la humanidad en búsqueda de mejores elecciones.

De regreso a lo de la educación, habría también que tomar en cuenta la moral y la ética como parte de una formación integral y decir ¿hasta que punto soy libre sin hacer a otro mi prisionero? Vivimos en democracia o eso es lo que tanto promovemos. Pero lo cierto es que las ideas de sólo unos cuantos se respetan y más padre aun, son menos las que nos importan y es que no es obligación mía interesarme de la vida del vecino, a menos que esta me afecte directamente, como no es problema de él si pienso que este me es indiferente. ¿Apoco no? La democracia es extraña ¾pienso, o quizá en los términos que la vivimos porque no a todos nos satisface. Me atrevo a decir que a lo mejor todo empieza una vez más en la legislación, en la educación y las revoluciones; deberíamos establecer primero que es lo que nos rige como ciudadanos antes de hablar de democracia, pero algo que realmente nos haga identificarnos como tales, no meras ambigüedades. Ya con esto, vamos pues a gobernarnos pero como señala Savater, dejándonos gobernar antes para saber que es lo que nos hace falta.

El placer es parte de lo bello y lo justo, tal y como lo fue para Cicerón. Es un disfrute de las circunstancias de lo humano y nada tiene que ver con la represión a la que los puritanos ¾en palabras del autor¾ intentan someternos. “ El valor de elegir” es un libro que nos adentra a la profunda reflexión de lo que es justo para el hombre y lo que es una injusticia porque no hace que el individuo se pueda desarrollar. El beneficio de la sociedad es el pináculo de dicha argumentación so hedonismo no obnubilador que siembre en el ser la facultad de utilizar una ética y una estética de lo contingente. La contingencia y su elección es trascender, condimento de la superación a la que ya he hecho mención. Hace falta también rechazar todo indicio dogmático que ¾por muy leve que sea, pueda manchar nuestra libertad.

Al decir que el placer como objetivo de nuestra filosofía no debe cegarnos, debo remarcar que es precisamente porque nada debe nublar nuestra mente al elegir pues es ello lo que queremos evadir al construir nuestra liberación. El que nos centremos en perseguir lo que queremos no significa que corramos contra el mar si no sabemos nadar, o sea, ¿para qué abrir lo ojos si te tapas los oídos? ¿para qué hablar si vivo bajo la mesa amarrado a una caverna que es mi mundo, en el que nada existe mas que yo pues nadie mas que yo dejo subsistir? Definitivamente hay más en la vida que eso. Elegir a la humanidad es otra obligación: soy parte de un sistema, así que funciono gracias a que otros cumplen sus funciones también. Este enorme aparato es la sociedad y sus instituciones, de las cuales no soy prisionero sino elemento. Y uno muy activo. Ser pasivo es mas que ser mediocre, es conformarse con lo que los demás nos dan.

Por último, sobra decir que sólo la vida y como consecuencia; la madurez, nos dirán a que placeres y a que elecciones renunciar. Esto mediante el entendimiento de la razón del otro que nos dará como regalo el arte de la convivencia que tanto añoramos y necesitamos para elegir con valor.

martes, 30 de octubre de 2007

Poesía para un León (en resumen 2)


Esta fue la primera canción que escribí para la Poesía para un León, como todas los "poemas" que escribo, tien una rima muy irregular y fue mi intento valiente por escribir un soneto... al final del día, me queda la sensación de que las palabras se fueron en todas direcciones menos a dónde quería llegar. "fLRwmPL"

Idilio
Lujuria: una palabra y así; mis esperanzas… tus benditos labios
Y los cuchicheos de los amantes son pecaminosas oraciones
Pues de tales palabras se ha forjado mi confianza
Esta es pasión querido: amor hecho poesía
Cómo no vi que una telaraña tejerías
Y mientras de aquellos; hilos de plata te envuelves
Mi fuerza mengua implacablemente cavando mi tumba
Así que, cúbreme… ¡con una manta de metal!

¿Alimentarás mi hambre de cumplimiento?
Desencadenando sobre mi un abrazo de fe
Es grande mi falta, esparce la semilla: vos
Tiemblo como hojas, susurrando: es combustible lo que ruego
Desvanece en cenizas tal idilio
En el cual por ira: me he rendido totalmente...

Idyll
Lust: a word and so; my hopes… your blessed lips
And lover’s whispers are sinful prayers
For by such words have forged my confidence
This is passion dear: love made poetry
How did I not see a cobweb you’d weave
And as thru yon; silver threads you wrap yourself
My strength wanes relentlessly digging my grave
So, cover me… with a blanket of steal!

Will you feed my hunger of fulfilment?
Sparking off on me an embrace of faith
Is great my lack, scatter the seed: ye
I shake like a leaf, rustling: is fuel I beg
Fade into ashes such idyll away
In which for wrath; I’ve utterly surrendered...

Poesía para un León (en resumen 1)

Éstas canciones, que originalmente escribí en inglés son dedicadas al hombre que pude ser y al niño que vive en ti... fLRwmpl.

Corazón de León que conserva su Belleza Natural
Yace bajo su piel y músculos
Se mueve instintivamente
Corre a través de sus venas hasta los pulmones
Crece conservando su belleza natural
Apartado de las manchas de este mundo polucionado
No hay nada que temer…
Así que valientemente
Me entrego a sus pies
Con mi corazón en sus palmas
Hirviendo como estrellas
Gracias a ti
El se muestra tal como es él
Pero en lo profundo de su interior, ahí yace el hombre
Con el corazón de León que conserva su belleza natural
No hay nada que temer…
Así que valientemente
Me entrego a sus pies
Con mi corazón en sus palmas
Hirviendo como estrellas
Gracias a ti…
Gracias a ti…
Gracias a ti..
Gracias a TI.

Unspoilt Heart of Lion
It lays under his skin and muscles
It moves instinctively
It runs thru his veins up to the lungs
It grows unspoilt
Apart from the stains of this tainted world

There is nothing left to fear…

So valiantly I give myself
Up to his feet
With my heart in his palms
Boiling like stars
Thank you…

He shows himself the way he is
But deep inside, there lies the man
With unspoilt heart of Lion

There is nothing left to fear…

So valiantly I give myself
Up to his feet
With my heart in his palms
Boiling like stars
Thank you…
Thank you…
Thank you…
Thank YOU.

lunes, 29 de octubre de 2007

El micrófono… ¡un juguete de moda!

Me despierto taciturno… el fin de semana ha sido largo y detesto particularmente levantarme temprano. El frío no me ayuda y Carmen me recuerda que ya es demasiado tarde; las 7:55 de la mañana y no espera. Por principio de cuentas, debo confesar que los noticieros me aburren definitivamente e indignan en la mayoría de las veces; por eso no recurro a ellos: porque son incongruentes y lo dejan a uno con la impresión de que lo sabe todo o que no se sabe nada y yo prefiero lo segundo. A Carmen la conozco hace tiempo, le he observado y escuchado en Primer Plano y en virtud de las contadas ocasiones a las que me refiero, puedo decir que es una interlocutora indomable. Me dispongo ésta mañana a escucharla en Hoy por Hoy, el programa de W Radio del que tanto hablan los que saben y que yo por flojedad sintonizo hoy por vez primera.
De entrada, la voz de esta mujer me jala… como un imán, como exquisito chocolate caliente en invierno, justo como el empujón que tanto necesito… esa voz... su voz; me habla de alguien que no encuentra en la palabra simple y el discurso barato la inmediatez de sus intereses y la aproximación a sus grandes preguntas… directa y sin tregua lleva sus cuestiones a veces por un sendero poético y de diplomática amabilidad… el intento falla y va al grano. Intercambia y pone aquí y allá sus preguntas pero no deja se le vaya una; es preciso llegar al pináculo de lo que se aspira y de lo que se obtiene. Saca partido de cada respuesta y las vuelca en categorías: son ejemplos, son subjetividades, es lo que se quiere que entendamos o ¿es la verdad? ¿y tú que harías? Simplemente me fascina.

En entrevista con M. Fabio Beltrones y tan sólo en cuestión de minutos, descubro todas las cualidades que ésta comunicóloga egresada de la UNAM tiene por micrófono y bien dice el Instituto Mexicano del Sonido: “el micrófono se ha vuelto un arma de moda” y que dichoso sería que los que se dicen lideres de opinión o la voz, los ojos o los oídos o no sé cuantas partes más del cuerpo de la sociedad hicieran realmente comprometerse con un periodismo serio y de calidad. Desafortunadamente se rinden a los deseos de otros y hacen del micrófono su juguete de moda y la canción les queda perfecta… “el micrófono se ha vuelto un arma de moda, yo prefiero utilizarlo para hablar en las rolas, aunque luego mi discurso sea bien limitado y mis rimas sean baratas como... zapatito blanco, zapatito azul…” Así pues, dice Beltrones: “lo que está haciendo Fox es eludir… eludir responsabilidades” y cuando la locutora le cuestiona sobre las acusaciones de Fox con respecto a sus supuestos nexos con el narcotráfico; el sonorense se limita a responder: ““yo tengo ya una conclusión que es de carácter jurídica misma que él no tiene”, a fin de cuentas lo mío es concluyente, lo de él queda pendiente…” pero Carmen no se queda tranquila e insiste y le pide contestar lo que se le presenta, las repuestas se tornan evasivas y finalmente se le pregunta sobre sus aspiraciones a la presidencia para el 2012 y dejando claro que no está entre sus objetivos.

Otra de las cosas que ha llamado mi atención sobre la entrevista al senador priista es su insistencia hacia la salud mental y las capacidades del expresidente: “Vicente Fox es un hombre engañado, quizá la persona que lo está engañando debe estar muy cerca de él, a lo mejor un mal analista…” (Sic). Aristegui le pregunta “¿a quién te refieres?” y éste únicamente ríe y cambia de tema. Es evidente a quien se refiere y la entrevistadora no se detiene más en ese punto. Pero sí añade que la Secretaría de la Función Pública se niega a realizar una entrevista con W Radio sobre si están dispuestos a investigar las irregularidades de lo ocurrido en Campeche en las plataformas de PEMEX la semana pasada y sobretodo acerca del tal enriquecimiento ilícito de la familia Fox. Más tarde llega al programa un comunicado de dicha secretaría “aclarando” que hará algo al respecto. Hace bien Carmen en leerlo tal y como le ha sido entregado porque éste no dice absolutamente nada y queda clarísimo que el problema le es irrelevante a ésta institución del gobierno. Alegan que simplemente hay una confusión… el documento en sí es una tomada de pelo.

La emisión entonces, me ha atrapado. Carmen Aristegui no sólo tiene la facultad para entrevistar magníficamente sino que es en el momento preciso del hecho que puede usar ésta capacidad suya de leer entre líneas y analizar a fondo lo que se le presenta y exprimirlo. En repetidas ocasiones detecto las barreras que el entrevistado le pone, pero sin mayor esfuerzo; ella les da la vuelta y se hace de las propias. Es delicioso y le da a uno la impresión de que se puede intuirlo todo; justo en el momento en que entrevistado y entrevistador chocan y nos regalan al público una tercera interpelación. Escuchaba yo la conversación y analizaba, de repente ya sabía lo que uno diría y otro añadiría… y el hecho de que te hagan pensar; es lo único que te salva de ser completamente aburrido o totalmente ciego. El programa tiene además un dinamismo envidiable; la información viene y va de manera fácil y concisa: rica en contenido y pobre en subjetividades –como debe ser, cuando me di cuenta el tiempo había pasado inmediato. Me sabía informado para ese momento.

Y es que como comunicólogo siento un compromiso inapelable con la fidelidad a la información, no puedo quedarme inmóvil ante el contexto en el que vivo y dar oídos sordos a ésta responsabilidad que conforme avanzo en mi carrera a la defensa del mensaje comunicativo viene y me toma más constantemente. Quiero la verdad y la verdad es un océano duro de surcar pero no sucumbo ante los puentes cuando vienen a mi, ¡brinco! y cada vez –poco a poco- busco uno más alto… lo que hace Carmen es defender lo ineludible, nuestra realidad. Noticieros hay hartos; pocos buenos, malos muchos y otros tantos fácilmente infames pero si alguien de entre la nube de gases narcotizantes que nos arrojan los medios nos extiende un salvavidas con que podamos al menos hacernos paso entre los desaparecidos y los dandis, o los bunburistas, o los byronistas, o los narcisistas y demás fabulas sin moralejas e irrealidades del acontecer en México; entonces podemos despertar sobrios y por voluntad propia ser capaces de elegir lo que queremos o ya aunque sea lo que no. Lo que necesitamos a veces es más ser informados que comunicados. La información tiene un valor único, ¿por qué no buscarla?

domingo, 28 de octubre de 2007

El sueño... volumen 1

La luna entera sobre la ciudad... una ciudad como pocas y con estrellas muchas pero como nunca ésta noche... y siento... que siento y pienso que no sé nada de ti pero quiero... tengo miedo y me ausento... ¿dónde empezar? Éstos árboles que cercan la habitación en que te encuentro me hablan, hablan de cosas que podríamos no ser; ser así y decir en silencio sí... te veo y tu sonrisa... tu sonrisa que no cabe en mis ojos, que me prende el rostro y se hace una con el negro y aliento suave; invitación del amor... tengo la dulce certeza de que impensables sorpresas me aguardan; tú... tal vez, yo... yo no advierto...

Me siento impaciente, te miro incontenible y sufro... a cada instante te veo y sufro... en la esperanza y el nervio que provocas con un simple desplegar de tu pestañas... y que jardín más bello abrazan... que bosque tan verde les da morada... deseo besarte y simple y comunal suena mi anhelo: quiero besarte... porque tu boca me empuja, me nutre, me calma y abrasa... que infame es morir por amor y que absolutamente inmoral hacerlo por poco menos... acaba de una vez con esto... tu mano en mi sexo, el sexo... tú contra mi y yo... yo no advierto...

Tal vez eres tú...

jueves, 25 de octubre de 2007

La libertad de Ser... Parte 1

Que utópica e ilegal esta inquietad humana por «hacer lo que en verdad sentimos y sentir lo que hablamos, por rendir a nuestras almas su propia y justa y libre libertad»[1] y digo, que si la libertad del ser empieza donde la ley nos determina como tales, entonces hablamos de un primer tipo de libertad que coarta al resto de las nuestras: el condicionamiento de nuestros actos civicos y morales dentro de la vida en sociedad. No es sorpresa por tanto, que existan tantos delincuentes “morales;” pobres diablos que no saben que formar parte del marco legal significa delimitar nuestra condición como hombres y mujeres aparentemente libres de hacer, pensar y decir lo que queramos.

Primero que nada, quisiera entender que por libertad no supongo el estado de derecho en que como individuo me puedo encontrar, es decir; la vaga idea de que soy libre porque ando por la calle caminando como si nada sin que nadie me diga a donde puedo ir ¾aunque yo tenga bien claro hasta donde puedo llegar. No, quiero referirme a la verdadera libertad: al coraje por decidir y a la pasión de sabernos perfectos de entender lo que somos o seremos a veces. ¿Hasta dónde soy capaz de llegar por hacer legítimos mis deseos, sueños y preferencias? Tengo derecho a mi soledad, a mi ambigüedad y a mi deserción. ¿O no?

Es paradojico como en muchas formas, antes que en otros niveles y aspectos de la vida, somos prisioneros de nosotros mismos. Desde la ama de casa sumisa que se limita a recibir el gasto de manos de su proveedor, a hacer la comida, cuidar de los niños y tener la casa impecable hasta el otro, que no puede salir a la calle y divertirse de noche como cualquiera porque su religión dice que es un pecado. Y no es en afan de dramatizar que puntualizo que existen personas que viven a la sombra de las expectativas de lo que sus progenitores han de trazar como una pauta de conducta y destino para sus vidas; la madre abnegada que dice a su hija “debes casarte con un hombre rico y de provecho, un hombre bueno que te haga feliz” cuando la niña tiene otras aspiraciones en la vida como hacer una carrera universitaria o viajar por el mundo en bicicleta por ejemplo, o que tal aquel que dijo “eres mi único hijo y por tanto has de preservar mi apellido casandote con una mujer que te de un hijo” cuando el chamaco apenas tiene diesiseis y además es gay. He ahí entonces, otra de las libertades que mutilan el derecho eligir.

No muy lejos de ahí, están las religiones que hablan del amor como un Dios absoluto y divino por omnipotencia y no porque este sea aquel que todo lo sabe y que por tanto todo debería entenderlo y tolerarlo. Una vez más, un paso hacia atrás en el camino de la paz mental, del libre albedrío. Me resulta vergonzozo que haya quienes teman a Dios y piensen que creer el hecho de su perfección les puede dar algo de eso que ellos no pueden encontrar en sus almas propias porque no quieren o simplemente, no pueden. El mal existe y es alimento de la vida porque nada tan bueno como luchar por la felicidad de uno pese a la oposición de los que dicen tener la mano de Cristo de su lado, todo es un balance, ni tan bueno ni tan malo y después de todo ¿qué es eso? Me atrevería a decir que únicamente existen personas inteligentes y otras tantas; absolutamente pendejas ¾que delito!

Ahora bien, ya que me he quitado pelos de la boca, debo decir que el lenguaje es el artefacto liberador más característico y dador de genialidad que posee el hombre ya que nos regala don único de la palabra: la habilidad de discutir, de discernir, el derecho a demandar satisfacción o exclamar inconformidad. Pero es también un arma de doble filo y elemento distintivo y adjetivador que muchos no saben utilizar y que pocos se atreven a disfrutar, es quizá como decía Wilde «la absoluta carencia de imaginación y de moral» la que hace que el hombre cometa atropellos incluso contra su misma persona con la sola articulación de una palabra. Creo que fue de Lisa Simpson de quien oí una vez «es mejor pasar por ignorante desapercibido que abrir la boca y despejar las dudas.» Que difícil de verdad y que vergonzoso también. Y nada como saber, hablar y saber hacerlo también, ¡eso es libertad pura!

En este mismo orden de ideas, pienso que la cultura es en gran medida, exclusiva de los que quieren aprender, y de los que pueden acceder a ella claro, pero es la única manera de sentir una libertad autónoma de satisfacciones personales. Es fácil identificar que con la palabra empieza en nosotros un sistema de entendimiento y creación de lo que más adelante podemos llamar voluntad; desde el simple lloriqueo en reclamo de alimento cuando recién nacidos, a la formulación de nuestras primeras palabras que conllevan también la deliberación de nuestros actos; aquellos que no necesariamente tienen que ser correctos o acertados para ser considerados acciones ya que muchos obedecen a necesidades biológicas incontrolables y otros tantos producto del verdadero libre albedrío aun no domado por la conciencia nuestra.

A raíz de esto empieza entonces el proceso de valoración de nuestra conducta, es momento en que nuestros padres y adultos semejantes dictaminen para nosotros lo que está bien o lo que está mal, lo que debemos hacer y lo que no, lo que podemos aspirar a ser y lo que es simplemente una prohibición de nuestro tonali. Se te enseña a caminar pero no puedes correr mas allá de donde un adulto pueda supervisar, aprendes a pedir alimento pero no puedes comer tanto como quieras, luego pues empiezas a ver la televisión pero también hay reglas para lo que puedes ver. Te enseñan a persignarte y a creer en la fe pero no te explican en que consiste el acto de creer y si cuestionas sólo te dicen que así y ya.

Y así es, hay cosas que por cuestiones de religión o norma social somos incapaces de decir o ejercer libremente, ya que lo que es bueno para uno no lo es para otro, ahí la cosa. Es por eso y por lo que he mencionado hasta ahora que argumento que no todo cuanto hay en la vida es susceptible de ser deliberado como dijo Aristóteles pues desde el inicio nunca ejercemos esta libertad de ser y hacer lo que queremos, en la mayoría de los casos ya nacemos judíos o cristianos, ricos o pobres, enfermos o superdotados, y no es una cuestión que recaiga precisamente en la genética sino en previas elecciones que nuestros antecesores hacen por nosotros. Ahora, claro que existe la mala elección y la maldad por elección, no creo que sea una característica que determine una célula loca o un trastorno sicoemocional, porque entonces la bondad tendría que tener el mismo fundamento, no podemos tampoco decir en ese sentido que Dios hizo a las serpientes y a los tiburones y los volcanes o los dientes de un león en un momento de desvarío mientras que al crear al hombre o las flores se deshacía en plenitud. En fin, todo inventamos.

Podría pasar paginas enteras ejemplificando nuestras libertades y no libertades pero es fútil porque el hombre jamás podrá ser libre absolutamente a menos que aprenda a ser independiente total, ya sea de alimento, sentimientos, casa, o mera biología y no es la cosa. Necesitamos ayuda porque solos y “libres” nos moriríamos. Así que mientras tengamos dependencias innegables y características de nuestra condición humana, hay que ver por lo podamos elegir: ya sea que comer en el desayuno o que leer en el camino de regreso a casa, como vestirnos y como hablamos, quien nos gusta y que detestamos, que pensamos y como caminamos, que hablamos y que callamos, con quien acostarnos o lo que sea que gire en torno a ser felices sin que otros nos digan que no es correcto porque después de todo; de ser nosotros mismos si somos libres completamente a menos que nosotros mortales no queramos. ¡Elijan ustedes!

[1] Libertad, de Aquí, Julieta Venegas, 1997.